Parecen un elemento sin menor importancia pero las copas tiene un papel decisivo en el mundo del vino ya que según la copa de servicio que se utilize éstas pueden hacer cambiar el perfil del vino de una manera radical. Por ello, es muy importante una buena elección para así disfrutar del vino de una manera adecuada.
Antes de empezar a hablaros de las diferentes copas de vino que nos podemos encontrar, os queremos hablar de las partes de ésta para así tener una idea básica de este elemento tan común para todos pero que esconde pequeños secretos. Cualquier copa se compone de 4 partes:
- En primer lugar encontraremos la boca que es la parte por donde bebemos. Esta parte siempre es mejor que tenga el borde ligeramente cerrado para concentrar los aromas del vino y para que cuando lo agitemos, éste no se derrame.
- Le sigue el balón que es la parte de la copa más abombada y donde se produce el desprendimiento aromático del vino.
- Después encontramos el tallo o fuste, parte por donde cogemos la copa.
- Y por último encontramos el pie que es el punto de apoyo de la copa sobre una superfície plana, además de ser otra de las partes por donde coger cualquier copa.
Teniendo en cuenta todo esto podemos ver que un vino puede presentar diferentes perfiles aromáticos en función de la copa donde se sirva, es decir, según el tamaño, la forma o diámetro y el grossor de esta. Si hablamos del tamaño de la copa, las más grandes siempre son para vinos tintos mientras que los blancos se sirven en copas medianas o pequeñas. En referencia al grosor del cristal cuanto más fino sea, mejor será la degustación del vino además de dejarnos apreciar los tontos y matices del color de éste. Por lo que hace a la forma, hoy en día en el mercado se encuentran una gran variedad de copas según las variedades de uva ya que las marcas más importantes las han creado así. Sabiendo que en el mercado encontramos una gran variedad de copas, ahora os vamos a hablar de algunas de ellas y cuál es su uso.
- Copa tipo Burdeos: copa de vino de gran tamaño ideal para vinos tintos y/o viejos, en especial aquellos con cuerpo ya que su volumen permite que se desprendan mejor los aromas. También se utiliza para los vinos blancos.
- Copa tipo Borgoña: esta tiene una forma abombada y con la boca más abierta.
- Copa de Champagne: copa ideal para la mayoría de espumosos, alargada y de boca pequeña.
- Copa de Oporto: es una copa estilo catavino que sirve para servir los vinos Oporto o vinos dulces.
Esperamos que toda esta información os sirva para apreciar mucho mejor todos los matices del vino y disfrutéis más con ellos.
*Consejo: antes de servir el vino en la copa un truco es envinarlas, es decir, añadir un poco de vino y hacer que manche todas
las paredes de la copa para así eliminar olores que han podido quedar de su limpieza y así disfrutar del vino en todo su esplendor.